19.9.04

RFID

En Scientific American encuentro este interesante artículo sobre la tecnología RFID.

Las etiquetas inteligentes, es decir, las etiquetas de identificación por radio frecuencia (RFID), cuestan en la actualidad en torno a 0,5 euros. Si este precio pudiera ser reducido a 1 céntimo, esta tecnología se usaría de manera masiva en todo el planeta. Estas etiquetas permiten seguir la pista de los bienes a través de toda la cadena de suministro, desde el almacén, al consumidor, e incluso hasta la que terminan en la basura.

Conseguir etiquetas más baratas se ha convertido en el principal objetivo de la mayoría de fabricantes de chips. La alemana Infineon ha hecho público recientemente una alternativa para producir estas etiquetas empleando circuitos integrados que son directamente alimentados por corriente alterna en vez de por la habitual corriente continua.

Las etiquetas tienen dos componentes principales:

- un chip de silicio
- una antena

Cuando la etiqueta se encuentra a menos de un metro de un lector apropiado, la antena es capaz de detectar la debil emisión de radio del lector, provocando la activación apropiada del chip, cuya memoria no volátil puede almacenar información relacionada con el producto al que está unido (identificación del artículo, precio, fecha de fabricación...). A continuación, envía esta información encriptada al lector mediante su antena, que emite a 13,56 MHz.

Actualmente, los costes se reparten a partes iguales entre el chip, la antena y su unión.

La gente de Infineon ha atacado el coste del chip, usando directamente una lógica de circuitos basada en corriente alterna, haciendo innecesaria la conversión de corriente alterna a continua en el interior del chip y disminuyendo el tamaño a la mitad.

Parece ser que la solución se basa en emplear dos circuitos complementarios; uno funcionaria en la mitad del ciclo (cuando el voltaje es positivo) y el otro en la otra mitad (cuando es negativo).

El coste de la antena puede disminuirse utilizando un nuevo proceso de fabricación mediante sinterizado. Esta técnica supone utilizar pulverizado un metal (barato) y hacer que los granos se unan para formar la antena.

Para disminuir el coste de la unión chip-antena se piensa en utilizar contactos eléctricos en las caras del chip mayores de lo normal, que faciliten la conexión de la antena mediante equipos de baja precisión y gran capacidad de proceso.

Conforme el coste de las etiquetas RFID baje, el número de aplicaciones crecera exponencialmente. En última instancia, el objetivo es reemplazar los códigos de barras.

Pese a sus indudables ventajas, esta tecnología puede comprometer nuestra privacidad, como ponen de manifiesto en “Chip Espia

En cuanto a las patentes, en OEPMpat encontramos 6 resultados cuando buscamos “RFID” en resúmenes y cerca de 1500 en esp@cenet. Aun siendo grave esto, todavía es mayor la preocupación cuando los resultados de OEPMpat corresponden a prioridades extranjeras (solicitantes extranjeros que buscan protección en España en base a una solicitud en otro pais).

El único consuelo es que RFID es un acrónimo en inglés, pero....mal vamos.

Por cierto, la búsqueda “Infineon” produce 15500 resultados (lease documentos de patente) en esp@cenet y 27 en OEPMpat.